jueves, 8 de mayo de 2008
En 1948 Ben Gurión se refirió a las dificultades que iba a tener que afrontar Israel, tanto militares como económicas, así como las científicas para cultivar en lo que hasta ese momento era sólo desierto.
Jerusalén.- A 60 años de su creación, el Estado de Israel es hoy tal potencia económica, científica y militar en Medio Oriente que los países vecinos que lo rechazaron en 1948 terminaron por aceptarlo como un hecho incontrovertible.
‘Aquí no había nada; esto era un desierto al que llegaron personas que escaparon del régimen nazi en Europa’, recordó Uri Hanoch, judío nacido en Lituania en 1928 que llegó a Israel tras haber pasado por el campo de exterminio de Auzchwitz, en diálogo con Notimex.
‘Con trabajo, logramos levantar familias y construir un país de la nada’, relató Hanoch quien se dijo consciente de las dificultades, pero que es optimista frente a la realidad que le espera a Israel: ‘la situación mejorará’.
La certeza de Hanoch sobre el futuro que le espera a su país hace recordar la frase que pronunció David Ben Gurión a propósito de la creación del Estado judío: ’ser realista en Israel es creer en milagros’.
Esta conocida frase que se suele mencionar cuando se habla de la historia del país, hace referencia al carácter imprevisible del Estado judío que en la actualidad, seis décadas después, es considerado una potencia en Medio Oriente.
En 1948 Ben Gurión se refirió a las dificultades que iba a tener que afrontar Israel, tanto militares como económicas, así como las científicas para cultivar en lo que hasta ese momento era sólo desierto.
Israel celebra el aniversario número 60 con una población de siete millones 282 mil habitantes, según el más reciente informe publicado por la Oficina Central de Estadísticas, es decir más de 10 veces la población que tenía cuando se fundó.
De ese total, el 75 por ciento son judíos, 20 por ciento árabes y el resto son inmigrantes no judíos de diferentes nacionalidades. El 69 por ciento de la actual población judía nació en Israel y se espera que para 2030 el número total de habitantes llegue a los 10 millones.
La economía israelí creció más de 5.0 por ciento en 2007 y de forma más rápida que las economías de Estados Unidos, Japón y Reino Unido, según informes revelados al inicio de 2008 por el Banco de Israel y el Banco Mundial.
Las autoridades monetarias estiman que este año la economía de Israel crecerá entre 3.2 y 4.0 por ciento, a pesar de la desaceleración económica mundial y de la caída del dólar.
Este crecimiento, según el centro israelí de investigación ‘Capital Venture’, será posible gracias a la inversión extranjera, al aumento de las exportaciones y al crecimiento de las empresas de alta tecnología.
Los datos entregados por el centro israelí afirman que en los tres primeros trimestres de 2007, las compañías de tecnología recibieron ingresos superiores al 1.2 billones de dólares, 10.0 por ciento más que en 2006.
Analistas locales señalan que la economía israelí se centra cada vez en el área de servicios, ciencia y tecnología, en un hecho que le ha permitido aumentar sus ingresos, favoreciendo su crecimiento.
Estos datos contrastan de manera sustancial con los de 1948, pero es que con tan sólo 60 años Israel se ha convertido en un líder mundial en el campo de la ciencia, la tecnología y la medicina.
La producción de fibra óptica, elemento vital en el actual mundo de las telecomunicaciones, las contribuciones en el área de biotecnología y de dispositivos para el estudio y tratamiento del cáncer, le han dado al Estado judío reconocimiento a nivel mundial.
Israel también ha destacado en el sector de la aeronáutica, prueba de ello es el desarrollo de satélites lanzados recientemente. Asimismo, el país es líder en producción de energía solar y tiene el mayor número de calentadores solares de agua en el mundo por hogar, según datos del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores.
A estos avances se suman la creación de simuladores y sistemas avanzados de vuelo con visión nocturna y dispositivos para el avance de la agricultura.
En este campo, Israel se ha destacado por la creación de sistemas para lograr el máximo aprovechamiento del agua y en el aumento de la producción de leche.
Su poderío militar en la región, por otro lado, es innegable, a pesar de su fracaso en la Segunda Guerra del Líbano que inició en junio de 2006.
Según el grupo de información JaneÆs con sede en Londres y que estudia el tema de la seguridad, defensa y tecnología de los países, la fuerza aérea israelí es la mejor en Medio Oriente y de las más importantes del mundo.
‘Es la mejor en la región. Tienen el equipo, la tecnología y las tácticas. Israel tiene un rango amplio de armas guiadas y capacidades’, expresó David Hartwell, analista y editor de JaneÆs`, en un informe realizado a propósito de la guerra del Líbano de 2006.
Entre las celebraciones por los 60 años de Israel, que inician este día, para el 13 de mayo está programada una conferencia promovida por el presidente Simón Peres, a la que asistirán líderes de varios países con el fin de analizar el futuro del Estado judío.
Lleva por título ‘El horizonte del mañana’, en una apuesta de Peres para mostrar al mundo la contribución de Israel a la humanidad.
En esa contribución destacan tres premios Nobel de la Paz, dos de Economía, dos de Química y uno de Literatura, y el haberse convertido en el tercer país del mundo en patentes per cápita.
Productos tan conocidos como los calentadores solares, la epilady (depiladora femenina), el medicamento Copaxone para tratar la esclerosis múltiple, los aviones sin piloto, el ICQ (base de la mensajería instantánea por internet) y el riego por goteo.
Estos son tan sólo unos cuantos ejemplos de las contribuciones tecnológicas y médicas de Israel. Todas son invenciones israelíes, fruto, según Peres, de una mente dedicada a la innovación porque en esta tierra (desierto) nunca ha habido ningún producto que explotar.
Fuente: Milenio
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